Presidio de San Juan Bautista del Río Grande del Norte


Mapa del Presidio de San Juan Bautista del Río Grande.
Trazada en 1767 por José de Urrutia

El poblado español a principia del siglo XVIII que eventual mente llego a ser la ciudad moderna de Vicente Guerrero, empezó su existencia con el establecimiento del presidio militar llamado San Juan Bautista del Río Grande del Norte.

El presidio y las misiones indias, situados cerca de unos importantes pasos del Río Bravo, eran el punta de acceso a Texas.

En 1701 una Compañía Volante (caballería) constituida de 30 soldados, bajo las órdenes del capitán Diego Ramón, fue asignada a la protección de las misiones de San Juan Bautista y de San Francisco Solano que habían sido fundadas durante el año anterior por misioneros franciscanos.

En 1702 se fundó la misión de San Bernardo en la cercenía.

En 1703 un presidio formal fue construido alrededor de la plaza de armas. Consistía de diez estructuras de piedra y adobe can tejado llano. También por esta fecha fueron construidas alrededor del presidio numerosas casas pertenecientes a las familias de los militares y de los civiles quienes formaron un pequeño poblado fronterizo (ver mapa de Urrutia)

Aunque fuera originalmente fundado para la protección de las misiones, el presidio y la comunidad que creció a sus alrededores siguieron funcionando como bastión fronterizo aun después de la secularización de las misiones en 1797 y de su eventual abandono. El presidio del Rio Grande perdió su papel militar a mediados del siglo XIX, cuando las unidades militares y el comercio internacional se desplazaron hacia las ciudades de Piedras Negras y Laredo.

El centro de Guerrero fue el sitio del Presidio del Río Grande.

Mapa de Guerrero. Jack D. Eaton



La Plaza de armas estaba rodeada por los edificios del presidio. Hoy día contiene un kiosco y un parque.

Plaza Vicente Guerrero


Pocos vestigios quedan de los edificios del presidio, al este, aún permanece en pie la iglesia parroquial de San Juan Bautista.

Iglesia Parroquial de San Juan Bautista. Foto Jack D. Eaton

Aunque la construcción de esta iglesia se inició tempranamente en la historia del presidio, nunca fue acabada sino hasta principios del siglo XIX. Mientras se construía la iglesia, una estructura más pequeña servía de santuario para las familias militares y civiles.

Las dos campanas de cobre que se ven en el campanario fueron colgadas allí en 1851 para conmemorar el 150° aniversario del presidio.



En el lado occidental de la plaza, donde actual mente hay una escuela, se hallaban el cuartel general y el cuerpo de guardia. Los cuarteles de los soldados eran situados en el lado norte, donde ahora hay una residencia privada y una cooperativa Familiar y también en el lado sur, donde queda hoy el Palacio Municipal.

Escuela Primaria


Aqui eran situados los cuarteles de los soldados

A poca distancia de la esquina noroeste de la plaza, en la calle Aldama, se halla la casa del capitán del presidio. Esta casa fue construida antes de 1776 y sirvió de residencia a los comandantes del presidio.
Casa del Capitán del Presidio


A una cuadra al oeste de la plaza, en la calle Sánchez, se halla la casa Botello que es ahora una residencia privada, pero que fue una vez la casa del rayador del presidio (Tesorería).

Casa Botello

Interior Casa Botello


Otra estructura colonial que bien vale una visita está en la calle Prieto, a una cuadra al sur de la plaza.



Además, hay muchos otros edificios en toda la ciudad de Guerrero, algunos habitados, otros en ruinas, que datan de los siglos XVIII Y XIX.





La calle más grande que atraviesa Guerrero es la calle Lic. Raúl López Sánchez, llamada en otros tiempos Calle Real. De la plaza, esta calle corre hacia el oeste pasando por el sitio de la Misión San Juan Bautista, que queda a un kilómetro.




El lugar está en la cumbre de una colina en terreno privado y no presenta ningún vestigio visible. Más allá de la Misión, el Camino Real se volvía hacia el sur en dirección de Monclova y de México, D.F.



El cementerio de la ciudad, situado en la Calle Abasolo, en el lado este de la ciudad, contiene criptas del periodo colonial.



Aproximadamente a un kilómetro al norte del panteón esta la Misión de San Bernardo.



Su posición está marcada por una iglesia grande que nunca fue terminada. Más allá de esta misión, el Camino Real cruzaba en ese tiempo el Rio Bravo en los pasos Pacuache y Las Islas y se dirigía hacia San Antonio y las misiones al oriente de Texas.



Al noroeste de Guerrero hay un lago alimentado por fuentes llamado Los Bañaderos.


Hay también dos ojos de agua llamados Las Brujas y Las Parritas que alimentaban la acequia Ciénega al norte de la ciudad.


El agua de la acequia pasaba por dos caldas de agua, la segunda de las cuales fue dinamitada al principio de este siglo.



A un lado de la presa dañada se halla la cantera que proveyó los bloques de travertina usados en la construcción de la Misión San Bernardo. A poca distancia de la calda de agua, el visitante podrá ver la acequia tallada profundamente en la roca. Otra antigua cantera, la cual proveyó probablemente el material para la construcción de la Misión San Juan Bautista, está situada cerca del ojo de agua de Las Brujas.


Un sistema de acequias alimentado por las fuentes y construido en tiempos coloniales aun lleva el agua al poblado.




DU TILLY LABORDE, Miléne Hayaux. La Misión de San Bernardo. Candelaria Pérez. Primera edición. México: 2003, 89 p.


EATON, Jack D. A guide to the Town and Mission, Wanda Kaufmann (trad.); The University of Texas at San Antonio.