CAPITÁN DIEGO RAMÓN


 Casa del Capitán Diego Ramón. por Jack D. Eaton 

Es uno de los personajes más importantes en las fundaciones de Coahuila y es muy difícil escribir sobre su vida, porque en la época colonial no se consignaban fechas ni lugares de nacimiento, defunción y los que había, fueron extraviados o fueron saqueados.

Diego Ramón nació en 1641, aunque se maneja también el año de 1651, porque en 1711 se le embargaron sus bienes en el Real de San Pedro de Boca de Leones, hoy Villaldama, Nuevo León, declaró tener 58 años de edad, y se creía que el lugar de su nacimiento había sido Querétaro, pero en el registro bautismal de la parroquia de Santiago de Querétaro aparece el nombre de una niña: Juana, nacida de Diego Ramón y de María de los Ríos.

El registro del matrimonio de la pareja no aparece, por lo que se supone fue hijo natural.

En 1674, Diego Ramón fue un soldado de la expedición de Francisco de Elizondo al norte del río Sabinas, cuando éste emprendió una expedición, que estuvo presente en lo que había sido una villa arruinada, que Elizondo llamó Nuestra Señora de Guadalupe de la Nueva Extremadura de Coahuila, poblado que fue de españoles, cerca de la actual Monclova. En 1687 bajo las órdenes del general Alonso de León es enviado a La Caldera, en donde hoy esta Candela, en donde quedó con siete militares, ahí, Ramón atacó a los indios al mando del cacique don Dieguillo.

Como capitán, en 1687-1688, se encargó de las ausencias del gobernador Alonso de León en Santiago de la Monclova.

La primera entrada a lo que es ahora Texas probablemente ocurrió en 1688, cuando él acompañó a León en la expedición a arrestar al francés Jean Jarry en el futuro condado de Kinney.

Después de la muerte de Alonso de León en 1691, Ramón sirvió como gobernador interino, desde el 25 de marzo hasta el 31 de diciembre de ese año, en que le fue expedido el nombramiento de gobernador, que desempeñó hasta el 28 de junio de 1698.

Estuvo presente en la fundación del Valle de San Bartolomé de Jesús, que luego se llamó Dulce Nombre de Jesús de Peyotes, hoy Villa Unión el 13 de diciembre de 1698.

En 1699, Ramón dirigió la expedición donde se fundó la misión de San Francisco Xavier, cuarenta millas al noroeste de Monclova.
Actualmente lo que fue la casa del capitán

El 1 de Enero de 1700, Ramón, como sargento mayor, elimina la misión de San Juan Bautista del río Sabinas en el frontera de Coahuila-Nuevo León y la lleva a donde hoy esta la villa de Guerrero, a cinco millas del Río Grande.

Continuando con la semblanza del capitán Diego Ramón, en marzo de 1701, por recomendación del obispo de Guadalajara, fue puesto al frente de la “compañía volante” para defender la misión de Río Grande.

Dos años más tarde, la compañía se instala permanentemente y funda el presidio de San Juan Bautista de Río Grande, adyacente a la misión de San Juan Bautista.
En 1706 estuvo a punto de morir cuando se desató una epidemia de viruela que barrió sobre la población nativa.

Al año siguiente, dirigió una expedición al río Nueces a castigar indios hostiles por invadir a Coahuila y Nuevo León.

En 1714 recibió al agente comercial francés Louis Juchereau de St. Denis, quien había viajado de Mobile buscando una entrada para comerciar con los españoles y lo aprehendió y lo envió a la ciudad de México para investigación.

En 1715, siguiendo un levantamiento indio, cruzó el río Grande con fray Francisco Ruiz para regresar a los indios rebeldes a la misión.

Algunos descendientes de Diego Ramón también estuvieron involucrados en eventos históricos.
En 1716, su hijo Domingo, partió a la cabeza de una nueva expedición para fundar misiones como alférez, comandó el presidio de Nuestra Señora de los Dolores de los Tejas en el río Neches, y después el presidio de Nuestra Señora de Loreto de la Bahía.

Fundó la misión de Nuestra Señora del Espíritu Santo, cerca del presidio en la Bahía.
El segundo Diego Ramón, nacido en 1677, regresó a Coahuila para hacerse cargo de la hacienda de su padre en Santa Mónica. Un tercer Diego Ramón, hijo de Domingo, también pasó a comandar La Bahía a la muerte de su padre pero fue retirado por negligencia.

Después se hizo teniente en el presidio de San Antonio de Bexar y temporalmente comandó el presidio de San Xavier en el río San Gabriel.

Asignado a servir como alférez en el presidio de San Luis de las Amarillas, conocido como San Sabá, fue enviado preso a la ciudad de México en 1757.

El capitán Diego Ramón, ya anciano, en 1717, fray Antonio de San Buenaventura y Olivares, envió una queja al gobernador Martín de Alarcón, quien ordenó se hiciera una investigación a la familia Ramón.
Un decreto real del 30 de enero de 1719, ordenaba que se eliminara del cargo a don Diego Ramón del presidio de San Juan Bautista y se le reasignara lejos en otro sitio.

El decreto no se aplicó de inmediato y después fue anulado a la muerte de Diego Ramón por causas naturales, en 1724.

Así acabó este personaje que tanta influencia tuvo en las fundaciones en esta región.
Fuentes: Álvaro Canales, Jack D. Eaton, The University of Texas at San Antonio